domingo, 24 de abril de 2011

Reinvindicación de los hipotálamos.

Según el doctor Carlos Quiroga en su libro "Programe su Mente en Alfa", el hipotálamo (estructura del Sistema Nervioso) es el encargado de las sensaciones amorosas que sentimos los seres humanos, señalando:
“… la zona más protegida contra accidentes. Observa bien: es la agrupación celular más importante del cuerpo. El Hipotálamo. Una especie de conmutador central o tablero de mandos que coordina durante las 24 horas las funciones nerviosas, a tiempo que mantiene el equilibrio justo dentro del cuerpo. Pesa 7 gramos. Aprecia el tamaño. No es más grande que una nuez. Corresponde a la trescienta ava parte del cerebro, pero coordina el sistema nervioso.” Después, se supone que habla el hipotálamo para “aclarar” algunas cosas. “Mi edad: 101 millones de años. Pertenezco al signo Libra, tal vez por eso soy muy centrado y trabajador. Lo hago las 24 horas del día. ¡Ah! Y muy equilibrado, para así adaptar tu organismo a las exigencias del medio, regulando le economía hormonal. Uno el sistema nervioso con la glándula maestra. Mi sistema de irrigación sanguínea es el más perfecto del organismo, igual que mi equipo sensorial. ¿Recuerdas el fin de semana pasado cuando fuiste a esquiar a Chamonix? Al menos podrías haberme tomado en cuenta. Cuando estabas en el andarivel, el termómetro marcaba ¡0 grados bajo cero, pero yo debí luchar y mantener tu cuerpo en 37 grados. Encargué varios sacos de azúcar al hígado para que sirvieran de combustible a los músculos que actuaron como hornos de microondas. Cuando te lanzaste en un eslalon, no hubo otro remedio que hacerte tiritar para producirte calor. Y tú… indignado porque las rubias reían de ti. Ordené a la sangre que se retirase de la superficie, pues se habría enfriado aún más y tu piel se habría puesto morada al cerrarse los vasos periféricos y… ¡La vergüenza habría sido mayor! ¿Recuerdas cuando dijiste en casa que ibas a un Congreso de Empresa fuera de la capital y fuiste a Brasil? Pues, al primer grado que subió la temperatura ambiental debí tomar las riendas del asunto y avisar a la pituitaria para que se dilataran algunos vasos sanguíneos abriendo unos cuantos miles de glándulas sudoríparas. La transpiración enfrió tu piel y pudiste bailar toda la noche en la Avenida Atlántida. Ayer, nadie lo supo… pero bebiste seis cervezas con los amigos. Tu sangre se puso aguada y yo debí correr para suplicar a las glándulas pías que liberasen menos hormona antidiurética. ¡Cómo reí! A cada instante debías acudir al baño. Claro, los riñones no precisaban “juntar” agua y excretaban continuamente. En medio de la fiesta, cuando empezaste a contar chistes colorados llegaron miles de llamadas de tu torrente sanguíneo. Avisaban que había bajado el nivel de azúcar. Miles de músculos me enviaban télex diciendo que se sentían fatigados. En una milésima de segundo-mientras cantabas- envié órdenes para que el estómago experimentara contracciones y se pusiesen en camino jugos gástricos y saliva. Fui yo el que te sugirió que ordenases algunos emparedados y picadillos. Siempre debo avisarte para que sientas hambre y estar atento para decirte ¡basta! Pues, como eres un glotón de marca mayor…
-¡Si supieras cómo trabajo cuando enfermas, enviando escalofríos, dilatando los vasos para que transpires! Y ¡qué alegría cuando desaparece la fiebre! Además, regulo el equilibrio de agua en tu cuerpo, gritando ¡Save our soul! (S.O.S) en todas direcciones, pues si pierdes más de tres litros, puedes morir”.
-“Cuando la sangre la noto muy salada, hago que los riñones absorban y me envíen el O’Key”.
-“También logro que te pongas pálido cuando enojas, para guardar la sangre que necesitarán los músculos. Acelero tu respiración. Sé, mejor que nadie, que necesitarás más oxígeno. Detengo la actividad de tu estómago. Aumento la tensión; bajo la temperatura del cuerpo; seco tu boca y... ¡Qué alivio cuando pasa la tormenta!”.
-“A propósito, respecto a las jovencitas con que has estado saliendo te diré que yo dirijo el AMOR. Que los poetas no arroguen mis funciones al corazón que actúa bajo mis órdenes…”

Por todo lo anteriormente expuesto, exijo:

1-Que se tome en cuenta a este pobre y desduchado órgano por tanto tiempo menos preciado, y

2- Que los enamorados regalen hipotálamos con sus iníciales en ves de corazones”.

UNANSE YA A LA CAMPAÑA DE REIVINDICACION DE LOS HIPOTALAMOS. JUSTICIA PARA LOS HIPOTALAMOS.

domingo, 17 de abril de 2011


Elefaaaaaaaaante .

Aveces-.

Me tienen harta las niñas y los niños...

Aveces me bajan las ganas de estar con alguien y que me regaloneen, sentirme querida y todo eso...
y aveces pienso que es mejor estar sola.

La verdá es que sin ella no puedo... me supera. La extraño, en demasía. La necesito.